Las modalidades y artes cambian según la temporada. Así, con Ori Bay el cliente podrán practicar, entro otros, el currican costero, pesca que se realiza en la parte más superficial del mar con señuelos artificiales y que suele practicarse entre primavera y otoño. Es solo una de las modalidades.

La cartera de actividades se completa con otras propuestas de pesca como Jigging -mediante el uso de señuelos plomados que son dejados caer libremente al fondo desde la embarcación- o Spinning, pesca deportiva que consiste básicamente en el lance y recogida de señuelos artificiales por arrastre de regreso a diferentes velocidades y profundidades.

Ori Bay también colabora con el centro de investigación Azti en el marcaje y suelta de atún rojo, una especie cuya singladura siempre resulta fascinante. De hecho, no son raros los casos de cimarrones marcados y liberados en la costa guipuzcoana que son recuperados al cabo de los años después de haber cruzado el océano Atlántico tras alcanzar su edad reproductora. La marca electrónica que portan estos animales ofrece una valiosa información sobre su migración, y permite conocer el stock mundial del atún rojo.